En la década del cincuenta, Colombia fue elegida como sede de la Biblioteca Pública Piloto de Medellín para América Latina. Tras su inauguración, en octubre de 1954, este centro se convirtió en un modelo para el desarrollo de las bibliotecas en el país y en el continente.
Las actividades y servicios de esta Biblioteca fueron el punto de partida para que, en los años setenta, se ampliaran los servicios bibliotecarios de la ciudad y se formara la Red de Bibliotecas, Público–Escolares, liderada por el Municipio de Medellín, la cual, se reformó con la Ley General de Cultura – 397 de 1997- y el Gobierno Nacional se comprometió con el fortalecimiento de estas unidades de información consolidando el desarrollo de la Red de Bibliotecas Públicas.
Posteriormente se escogieron algunos lotes y se seleccionaron por su potencial para el desarrollo urbano; además, por ser de fácil acceso para la comunidad, por estar conectados con los sistemas de transporte masivo de la ciudad y fortalecer el espacio público en las zonas. Estos sitios se convertían finalmente, en referentes urbanos de Medellín.
UN PASADO SOÑADO Y UN PRESENTE HECHO REALIDAD
Las bibliotecas públicas se fueron transformando con el paso de los años y hoy son un centro cultural y de encuentro ciudadano, al cual, se ingresa libremente, se tiene acceso a diferentes servicios y un espacio donde se apoyan las actividades culturales, sociales y económicas de cada zona donde se encuentran los Parques Biblioteca, con el fin, de beneficiar y fortalecer sus procesos de convivencia y desarrollo social.
A su construcción y planteamiento, se integraron entidades de carácter público como el Departamento Administrativo de Planeación, las Secretarías de Obras Públicas, Cultura Ciudadana, Desarrollo Social y Hacienda; la Biblioteca Pública Piloto, la Universidad de Antioquia y la Empresa de Desarrollo Urbano EDU. También, entidades del sector privado como la Caja de Compensación Familiar, ONG´s, la Escuela Interamericana de Bibliotecología de la Universidad de Antioquia, Entidades para la promoción y el fomento de la lectura, Agremiaciones del sector cultural y artístico, Universidades, Bibliotecas Populares, Juntas Administradoras Locales, Fundaciones Empresariales y medios de comunicación.
El sueño entonces era, contribuir en el mejoramiento de la calidad de vida de las personas, crear condiciones para el desarrollo urbano en cinco diferentes zonas de Medellín, propiciar la convivencia ciudadana a través del fortalecimiento de las actividades comunitarias, construir espacios culturales, recreativos y educativos para la formación de la ciudadanía y mejorar el acceso a la información, propiciando la educación ciudadana.
Hoy todo esto es una realidad que surgió de aquel sueño que una vez tuvo el Alcalde, Sergio Fajardo: “El educar en y para la cultura ciudadana”.
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